La fase 3 de la desescalada permite la utilización del ingreso principal de muchos bares y punto de encuentro de sus clientes. “Lo necesitábamos todos, nosotros y los clientes”, confiesa Nemesio Rodríguez, del bar El Mirador. Aun así, la separación física para cumplir con las medidas higiénicas también está condicionando la mentalidad de los clientes, y si antes “se tomaban tres o cuatro rondas, ahora son menos y tampoco se queda en grupo”.