Alrededor de decenas de mesas repletas de su gastronomía más tradicional, unas 700 personas, entre numerosas familias musulmanas y amigos y vecinos de otras confesiones, compartieron este ritual festivo que comenzaba al ocaso. Minutos antes, el representante y fundador de la comunidad Al-Hidaia, Abdul Jabbar, y el alcalde, Leopoldo Sierra, saludaron a los asistentes.