El voto del equipo de Gobierno bastó para salvar un asunto que el grupo principal de la oposición (PSOE) utilizó para deslucir la gestión municipal en limpieza, urbanismo y economía y cuyo debate les afeó el alcalde, Leopoldo Sierra, por desviarse del propósito del punto, un trámite ordinario destinado a la fiscalización por parte del Tribunal de Cuentas. Se desestimó la moción socialista solicitando la implantación del Censo de ADN Canino por el “vacío legal” ante una normativa estatal o sectorial que regule este asunto.