Aproximadamente medio centenar de los daimieleños más veteranos quedarán inmunizados tras recibir la segunda dosis el 18 de marzo. Para agilizar la vacunación de las personas con movilidad reducida, se ha habilitado parte del aparcamiento de la calle Miguel Servet con el fin de poder administrarles la vacuna sin salir del vehículo.
Daimiel Noticias.- Este jueves comenzaba en Daimiel la campaña de vacunación anti Covid-19 para los mayores de 95 años que no viven en residencias. Una mañana “ajetreada” en el CEDT Daimiel 2 de la localidad, que comenzaba con la preparación de las dosis de la vacuna. Un proceso “difícil” y a “contra reloj”, indicó la enfermera Estela De Haro, dadas las características propias de esta vacuna y sus especiales condiciones de conservación de la vacuna de Pfizer que se les administra.
A ello, se unen los problemas de movilidad que sufren algunas personas a las que se les administra. Por ello, para los que no pueden llegar a pie a la consulta, se ha habilitado parte del aparcamiento de la calle Miguel Servet. Desde allí se les puede vacunar sin salir de sus vehículos. También existe la posibilidad de vacunar en casa, pero solo se recomienda para las personas encamadas a las que les sea imposible desplazarse.
Una vez recibida la vacuna, es posible la aparición de algunas reacciones poco importantes que pueden manifestarse en forma de fiebre, dolores musculares o diarrea. La enfermera Lola Consuegra ha indicado que, normalmente, estos problemas desaparecen en 24 horas, con tratamiento de analgésicos.
De esta manera, aproximadamente medio centenar de los daimieleños más veteranos quedarán inmunizados. Eso sí, tras recibir la segunda dosis, prevista para el 18 de marzo. Los siguientes en la lista son los grandes dependientes, que al igual que el grupo actual, serán citados en su momento por Sanidad.
Tanto los mayores como sus familias y cuidadores han manifestado su satisfacción por recibir por fin la vacuna, que les aporta algo de tranquilidad. En esta primera jornada era el caso de Ramona, de 101 años, que se mostraba contenta, aunque confesaba que el pinchazo “le había dolido un poquito”.
Otra de las vacunadas fue Matilde, de 96 años, que acudió en coche acompañada de su hija, con la que convive. Para ellas, esta vacunación es un momento “muy esperado”, tras muchos meses de máxima precaución y asilamiento en casa para evitar contagios.
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