Con el comienzo de la desescalada han vuelto a retomar su actividad condicionados por unas medidas de seguridad que, en este caso, son particularmente delicadas debido al contacto cercano y prolongado con los pacientes. Los profesionales realizan su trabajo con mascarilla, pantalla, gafas protectoras, gorro y guantes puesto que los riesgos son elevados. Una vez terminado el tratamiento, la estancia y los sistemas terapéuticos se procede a la desinfección oportuna.
Daimiel Noticias.- La fisioterapia es una de las actividades consideradas esenciales durante el estado de alarma. Sin embargo, en Daimiel el sector prefirió detenerse para minimizar el riesgo de contraer o contagiar el Covid-19. Con el comienzo de la desescalada, las clínicas vuelven a retomar su actividad condicionados por unas medidas de seguridad que, en este caso, son particularmente delicadas. Y es que, se trata de una actividad de contacto directo, cercano y prolongado con el paciente, por lo que los riesgos son elevados.
Desde el centro que regenta Gema Guisado se corrobora esta situación. En su caso, las persiana de la clínica se alzó el 4 de mayo. Tan sólo un día más tarde lo hizo Fisio Díaz. Pero hay otros tantos ejemplos, como Juan Araque, Fisiocentro Daimiel y Sonia Fisioterapia que reactivaron sus actividades el 11 de mayo, con los correspondientes condicionantes en la prestación del servicio.
Una vez en la nueva normalidad, han adoptado formas de funcionamiento similares. Por ejemplo, las visitas de los pacientes se han espaciado para evitar que coincidan en la sala de espera. Además los turnos de trabajo de los profesionales también lo han hecho y solo se trata a un paciente a la vez. Y lo hacen con las medidas oportunas de seguridad: mascarilla, pantalla, gafas protectoras, gorro y guantes. Una vez terminado el tratamiento, se procede a la desinfección de la estancia y los sistemas terapéuticos que se hayan utilizado como apunta Gema Guisado.
Pero antes de llegar a la camilla, los pacientes han de haber pedido cita previa. Es necesario que también lleven mascarilla y guantes y su acceso a estas clínicas es incompatible con cualquier atisbo de síntoma de covid-19. El acceso se limita asimismo a los grupos de riesgo cuyas citas, en el caso de la clínica de Gema Guisado, se han aplazado hasta junio. En el caso de Fisio Díaz, los tratamientos a las personas mayores se hacen coincidir con la franja horaria en la que les está permitido salir a pasear. En Fisiocentro Daimiel, las personas mayores de 65 años tienen prioridad para elegir el horario de su consulta.
De forma generalizada se ha descartado la utilización de sistemas telemáticos para las consultas ya que, es imprescindible que el profesional evalúe in situ al paciente. Mediante una llamada telefónica o una videoconferencia, “únicamente se pueden describir los síntomas que se sufren, pero estos pueden estar debidos a muchas causas que serían muy difícil de diagnosticar de este modo”. También es el punto de vista de Fisiocentro Daimiel, aunque, en su caso, durante el periodo de inactividad, se ha realizado un seguimiento individualizado a través de videollamadas a los pacientes que vieron interrumpido su tratamiento.
Además, tanto Fisiocentro Daimiel como Sonia Fisioterapia o Fisio Díaz también han optado por las nuevas tecnologías para casos como las clases de pilates, que antes del estado de alarma se desarrollaban de forma presencial. Además, a través de las redes sociales de la clínica Juan Araque, se comparten consejos y se resuelven las dudas de los pacientes.
En estos primeros compases de la reapertura, son muchos los clientes que quieren volver a los tratamientos tras dos meses de interrupción. Esta circunstancia, unida a las medidas de seguridad que limitan el número de tratamientos, hace que, en estos momentos aumenten las listas de espera para recibir este tipo de prestaciones así como las jornadas de los profesionales, que se afanan por dar servicio a todos los que lo necesitan. Es otro sector que se pone en marcha con la mirada puesta en el futuro y con la esperanza de alcanzar cuanto antes la ansiada normalidad, pero no la nueva, la de antes de la pandemia.
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