Con el comienzo de la desescalada han vuelto a retomar su actividad condicionados por unas medidas de seguridad que, en este caso, son particularmente delicadas debido al contacto cercano y prolongado con los pacientes. Los profesionales realizan su trabajo con mascarilla, pantalla, gafas protectoras, gorro y guantes puesto que los riesgos son elevados. Una vez terminado el tratamiento, la estancia y los sistemas terapéuticos se procede a la desinfección oportuna.