Rafaelillo cortó dos orejas a cada uno de sus toros, Joselito Adame, una por astado, y Rubén Pinar, una a su primero y dos al que cerraba la tarde. Los tres salieron a hombros, junto al ganadero. Cerca de 3.000 personas asistieron a la corrida de Feria, más público que en 2021.
Daimiel Noticias.– Los ‘Victorinos’ regresaron a Daimiel y demostraron que el comportamiento que los ha convertido en una ganadería referente es sinónimo de una tarde triunfal en un coso que los recibe como tal y a poco que acompañe, como así fue, la terna actuante. Ese buen sabor de boca que ya dejaron hace un año era que el que se buscaba, y el que volvió a paladearse con una corrida incluso más seria y mejor presentada que la de 2021.
Con un juego variado, y sin una faena rotunda, los tres toreros salieron a hombros, junto al propio Victorino Martin. Rafaelillo, que abrió plaza, fue el más exitoso al cortar dos orejas a cada uno de sus toros. El mexicano Joselito Adame, una por astado; y Rubén Pinar, el triunfador de la feria pasada, paseó tres, una a su primero y dos al que cerraba la tarde. Un botín de 9 orejas que hizo disfrutar a los cerca de 3.000 asistentes que se dieron cita en la Plaza de Toros daimieleña, que este año celebra su 70 aniversario.
El público, más numeroso que en 2021, se divirtió y se puso en pie con Fernando Sánchez, tercero de la cuadrilla de Adame, tras banderillear el segundo par de los toros de su matador.
Fue uno de los muchos detalles que dejó esta tarde donde también lució el toreo de capa del diestro mexicano y de Pinar, la profundidad y la largura al natural y a la derecha de toda la terna en algunos momentos, pero donde, sobre todo, se evidenció que la afición daimieleña quiere toros, a tenor de la respuesta en los tendidos.
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