El segundo mes de 2021 volvió a ser muy seco, en la línea de los febreros de 2020 (4,2 litros) y 2019 (8,4 litros). El más húmedo de la última década se registró en 2014 cuando cayeron 65 litros. Para cumplir con la pluviometría media anual en Daimiel, la cantidad acumulada hasta ahora tendría que haberse duplicado en el balance de lluvias, a finales del mes de septiembre.
Daimiel Noticias.- Febrero volvió a ser mes un muy seco. La nieve y la lluvia del temporal Filomena y los otros frentes con los que se inició 2021 no han tenido continuidad. En estas últimas cuatro semanas, se han registrado apenas seis litros (5,8) en la estación del SIAR en Daimiel. Una cantidad en la línea de los febreros de 2020 (4,2) y 2019 (8,4) cuando tampoco se alcanzaron los dos dígitos y lejos de la media de la última década para este segundo mes del año.
En ese histórico, la media para febrero es de alrededor de 25 litros, con picos húmedos de 65 litros en 2014, de 50 en 2018 o de 45 en 2013. Los más secos se concentran en estos tres últimos años, aunque el récord negativo fue en 2012 cuando cayeron tan solo tres litros. En lo que va de siglo XX, el máximo de precipitaciones para un mes de febrero es de 77 litros y se registraron en 2010.
Fue dentro de ese invierno histórico, el más lluvioso de los últimos 70 años. A finales de diciembre, el cielo se abrió sobre nuestra comarca y, pocos días después, el Azuer se desbordó originando la aparición de unas balsas inundadas de más 100 hectáreas de extensión en las sacas donde se extrajo tierra para construir la autovía. El agua remontó por el Guadiana a su paso por Daimiel y, gracias, a los aportes del Gigüela, se empaparon más de 1.800 hectáreas de ‘Las Tablas’ y eso que, semanas antes, la turba ardía sin control en la zona de protección del parque nacional.
Fue el inicio de tres años hidrológicos extraordinarios que permitieron recuperar casi dos terceras partes del déficit acumulado en el acuífero 23 y que los Ojos del Guadiana volvieran a aflorar 30 años después. Esa tendencia positiva alcanzó su cénit en la primavera de 2014 (-9 metros). Ahora, según el último dato del pozo de captación municipal, esa agua se encuentra diez metros más abajo. El mantenimiento de las extracciones y la concatenación de años hidrológicos secos o muy secos han vuelto a evidenciar la fragilidad del acuífero.
Una tendencia que podría agravarse en los próximos meses, ya que el año hidrológico actual se queda en 172 litros. Para cumplir con la media de un año tipo en Daimiel esa cantidad debería doblarse justo cuando termine la temporada, a finales del próximo septiembre. Y eso solo será posible con una primavera muy húmeda.
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