Martín de la Sierra Torneros SL (Marsitor) recibirá el próximo sábado 26 de noviembre el premio a la Innovación Empresarial, que le ha concedido AEDA. Su gerente, Julio Martín de la Sierra, comanda la tercera generación de un negocio que ha adaptado y ha incrementado gracias a la expansión industrial del municipio con clientes como J. García Carrión o Vestas.
Daimiel Noticias. – Martín de la Sierra Torneros SL (Marsitor) recibirá el próximo sábado 26 de noviembre el premio a la Innovación Empresarial, que le ha concedido la Asociación de Empresarios de Daimiel (AEDA) dentro de sus reconocimientos anuales. Lo recogerá Julio Martín de la Sierra, la tercera generación que lleva las riendas de un negocio que inició su abuelo, continuó su padre y que él ha adaptado al compás de la expansión industrial del municipio.
Reconocía en Radio Daimiel que, aunque los premios nunca se esperan, éste le ha hecho mucha ilusión porque es el primero que recibe, porque viene de la asociación de empresarios y porque supone “una palmada en la espalda” que ayuda “a seguir esforzándote al máximo”.
Su trayectoria comenzó al lado de su padre durante los 90 y una vez que éste se jubiló inició un recorrido en solitario donde ha sido clave la implantación de empresas como J.García Carrión o Vestas en Daimiel y un lema personal: “Nunca digo que no a un cliente”.
Ese empeño por buscar siempre una solución a sus clientes, le granjeó la confianza de la bodeguera murciana a la que presta sus servicios desde su llegada al polígono SEPES y con la que ha creciendo a raíz de sus peticiones. “Empiezas a comprar máquinas y herramientas nuevas, te vas formando y, a partir de ahí, te vas diferenciando del resto”, explicaba.
Precisamente, ese trabajo en la maquinaria del embotellado en cristal y su capacidad de adaptarse a los nuevos diseños que “ha popularizado la cultura del vino en los últimos años” están detrás del premio con el que le ha distinguido AEDA. Martín de la Sierra explicaba que ellos fabrican las piezas que permiten que esos envases menos tradicionales se deslicen por máquinas más antiguas de embotellado. Una innovación que les ha colocado como una referencia en este sector donde ahora mismo tienen “cerca de 50 bodegas de fuera de la provincia de Ciudad Real como clientes”.
Esta capacidad de trabajo también atrajo la atención de la multinacional danesa Vestas. Martín de la Sierra detallaba que en algunos casos llegan “con sus planos” para hacer una pieza en cuestión, pero en “otros hemos desarrollado el modelo” que después se usa no solo en la fábrica de Daimiel sino en todas las plantas que necesitan esa pieza por todo el mundo. “Los pedidos nos llegan de Indonesia o Filipinas”, comentaba.
Pero Marsitor no solo es un aliado de estas grandes empresas, también asiste a pymes, a autónomos o, incluso, a particulares, que confían en un trabajo que, concluía su gerente, “tiene algo de arte” al transformar un trozo de metal, plástico o cualquier material en una pieza única.
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