El portavoz del equipo de Gobierno, Jesús David Sánchez de Pablo, ha lamentado que Hacienda le haya dado más valor a esa deuda de EMUMASA que al “enorme esfuerzo que ha realizado el Ayuntamiento de Daimiel estos últimos diez años” para reducir su nivel endeudamiento. A Sánchez de Pablo le parecía “inaudito” que dos administraciones “gobernadas por el Partido Socialista continúen perjudicando los intereses de los daimieleños”.
Daimiel Noticias. – El asfaltado del tramo pendiente en la salida a Manzanares y el tratamiento del firme de la variante (N 420-N 430) tendrá que esperar. El portavoz del equipo de Gobierno, Jesús David Sánchez de Pablo, ha informado que la negativa definitiva de GICAMAN al plan de liquidación de EMUMASA impedirá al Ayuntamiento de Daimiel acogerse a la financiación que ofrecía la Diputación Provincial para esta inversión que alcanzaba los 410.000 euros. Este no y, por tanto, la permanencia de la deuda, es el que ha decantado el visto bueno del Ministerio de Hacienda a la operación con la Diputación Provincial.
Sánchez de Pablo se ha quejado de que Hacienda le haya dado más valor a esa mora que al “enorme esfuerzo que ha realizado el Ayuntamiento de Daimiel estos últimos diez años”. Una década donde, recordaba, se ha mejorado sensiblemente el nivel de endeudamiento o el plazo medio de pago a proveedores de una administración que “si hubiera sido una empresa privada hubiera tenido que cerrar”.
Por eso, le parecía “inaudito” que ahora que “se está próximo a una normalidad financiera” dos administraciones “gobernadas por el Partido Socialista continúen perjudicando los intereses de los daimieleños”.
En la rueda de prensa, Sánchez de Pablo recordaba el recorrido para liquidar EMUMASA. Un proceso que se resolvió favorablemente con las entidades financieras, pero que ha encallado con GICAMAN, a pesar de que en la primavera de 2018 se llegó a un preacuerdo que después nunca se ratificó en su consejo de administración.
Tres años y medio después, y con un “cambio de gestores e interlocutores” tras las elecciones regionales de 2019, la postura definitiva que comunicó en agosto la empresa de la Junta de Comunidades es que “no va negociar la liquidación”. Es decir, GICAMAN no aceptar quedarse con los últimos terrenos industriales de EMUMASA a cambio de saldar la deuda de 1,4 millones de euros que la empresa pública municipal mantiene con la entidad dependiente de la Junta.
Ante este bloqueo, EMUMASA va poner en marcha en las próximas semanas un “plan ambicioso” para intentar vender “el conjunto de su patrimonio con un precio competitivo por debajo del mercado”. El objetivo final es conseguir “liquidez suficiente” para cancelar la deuda con GICAMAN y “así dejar a las administraciones socialistas sin excusas para seguir perjudicando al Ayuntamiento”.
De esta crítica política, Sánchez de Pablo ha excluido a la Diputación Provincial, que “cada vez que hemos solicitado esta financiación nos la ha preasignado”, y a los grupos municipales de la oposición, PSOE e Izquierda Unida, que han respaldado todas las decisiones tomadas sobre la liquidación de EMUMASA.
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