Entre la tarde del jueves 25 de mayo y la madrugada de viernes 26 han sido más de 30 litros los que han caído en su término municipal. Una cantidad que no pasa desapercibida, ya que coincide con las precipitaciones totales de los últimos cinco meses. Se trata de un respiro ante la sequía, pero no corrige el déficit hídrico del año hidrológico. 

Unas lluvias que suponen un 13% más que el año anterior, aunque sigue siendo un año seco respecto a la media serie histórica. El 19/20 es el quinto año con menos pluviometría en lo que va de siglo XXI. En los pozos de captación municipales, la cota ha descendido un metro en los últimos doce meses. A finales de agosto, el agua se encontraba a casi 20 metros por debajo de la superficie.