Desde el pasado 24 de julio, la Estación Depuradora de Aguas Residuales analiza el agua de Daimiel minuciosamente con el objetivo de control y detección de posibles restos de coronavirus. Tras dos resultados negativos, el pasado 27 de agosto se detectó un aumento de unidades genómicas del virus, aunque sin arrojar “cifras preocupantes”, según el concejal de Ciclo Hidráulico, Javier Fisac.