La Caravana Blanca reunió a multitud de personas de la tercera edad y discapacitados de los diferentes centros daimieleños, junto a otros mayores, familiares y amigos. Bajo la mirada de la patrona, la Virgen de las Cruces, y con la iglesia de Santa María completamente llena, el párroco, Valentín Rojas, abogó por “mirar hacia el futuro con la fe y esperanza siempre presentes”. La cita culminó con un chocolate con churros en el Parterre para los asistentes.