Desde que fue decretado el estado de alarma el 14 de marzo de 2020 las mascarillas formaron parte de nuestra rutina. Tres años después, la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios, socio-sanitarios y farmacias llega a su fin. En clínicas fisioterapéuticas como la de Gema Guisado en Daimiel ven positiva la medida puesto que en este tipo de centros no tratan infecciones víricas ni bacterianas cuya propagación es lo que las mascarillas pretenden evitar.