En este 1 de noviembre, los daimieleños y daimieleñas han recordado a sus difuntos adaptándose a la ‘nueva normalidad’ que marca un 2020 singular. A pesar de todo, como ha explicado el encargado del Cementerio Municipal, Jesús Arcís, “la gente se ha repartido en estos días” para visitar el Cementerio Municipal, hecho que agradecía porque significa que “se está comportando y respeta las normas de seguridad”. Por su parte, las floristerías han notado una “alta demanda”, como corroboraba el gerente de la floristería Ortega Utrilla.
Daimiel Noticias.- La tradición de acercarse al Cementerio y comprar flores perdura entre los vecinos y vecinas de Daimiel en el Día de Todos los Santos. Un recuerdo que se ha evidenciado más a consecuencia del rastro dejado por el coronavirus. No así en la obstrucción dentro y fuera del camposanto.
Las circunstancias (Nivel 2) obligaban a seguir las pautas sanitarias que están marcando la efeméride. El Cementerio Municipal acoge la afluencia de público de manera paulatina, con aforo restringido a un tercio, y un estricto protocolo de seguridad con unas normas que invitaban de primeras a ungirse en gel hidroalcohólico en las entradas y salidas de un recinto en el que se ha podido ver mayor control y vigilancia por parte de efectivos de Policía Local y Protección Civil.
Una vez allí, todo tipo de flores y ornamentos sobresalen en las tumbas de aquellos que ya se fueron pero que, cada 1 de noviembre, están más presentes que nunca. Adornos que se vislumbran en las manos de quienes se desplazan al lugar, dispuestos a recordar por un momento a sus difuntos. En el ambiente, se percibían momentos de calma, la que proporciona el hecho de recapacitar en el familiar o el amigo que marchó.
En cuanto al funcionamiento interno, Jesús Arcís, encargado del Cementerio Municipal durante más de tres décadas, explicaba que “la gente se ha repartido en estos días”, y agradecía que los vecinos de Daimiel “se estén comportando y estén respetando las normas de seguridad”, por lo que no ha habido que lamentar aglomeraciones. Asimismo, señalaba que, a diferencia de otros años, los daimieleños “no han esperado al último día” para visitar el cementerio, sino que haciendo un primer balance fue el pasado jueves cuando se registró mayor presencia de visitas.
Por su parte, las floristerías de la localidad hacen un balance positivo de la campaña de este año, aunque la califican de “atípica”. Es el caso de la floristería Ortega Utrilla, cuyo gerente, Antonio Ortega Utrilla, indicaba que “la demanda ha sido tan alta que ha llegado a ser agobiante”, y lamentaba que no hayan podido “atender algunos pedidos” e incluso se han visto obligados a trasladar encargos al día 2 de noviembre.
Ortega Utrilla también precisaba que “la gente ha esperado a los últimos días” para comprar flores y que en esta campaña se ha dispuesto de un servicio que ha permitido llevar las flores hasta las lápidas para aquellas personas que no pudiesen desplazarse hasta el cementerio. Una prestación, comentaba, que “ha funcionado muy bien”, pero, completaba, “se ha colapsado”.
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