El pregón de este sacerdote daimieleño, profundamente vinculado a la vida religiosa y cultural de Daimiel desde su infancia, daba en la noche de ayer, sábado, el pistoletazo de salida oficial a la Semana Santa 2025. Marcelino Ruiz de la Hermosa, expresidente de la Hermandad del Santísimo Cristo del Sepulcro y coordinador de contenidos de la Guía de la Semana Santa, fue el encargado de presentar al pregonero en una repleta parroquia de San Pedro Apóstol. Antes del pregón, la Banda Municipal de Música interpretó cinco marchas procesionales.
Daimiel Noticias. – La Semana Santa 2025 quedaba oficialmente proclamada en la noche de ayer, sábado, con el pregón del sacerdote daimieleño Raúl López de Toro Martín-Consuegra ante una abarrotada parroquia de San Pedro Apóstol. Sus palabras fueron el pistoletazo de salida a una semana cargada de simbolismo y fervor en Daimiel.
De la presentación del pregonero se encargó Marcelino Ruiz de la Hermosa, expresidente de la Hermandad del Santísimo Cristo del Sepulcro y coordinador de contenidos de la Guía de la Semana Santa, y la Banda Municipal que dirige Pedro Francisco Sánchez-Valdepeñas puso música al acto interpretando las marchas de los titulares de las cofradías adscritas a la parroquia de San Pedro: ‘La Borriquilla’, ‘Divino Consuelo’, ‘Flagelación’, ‘Tosca’ y ‘Corbatos’.
El alcalde, Leopoldo Sierra, y el presidente de la Junta de Hermandades, Miguel Torres, encabezaron la representación municipal y cofrade presente en este acto inaugural tan esperado por todos los daimieleños y daimieleñas y en el que también estuvo presente el consiliario de la Junta de Hermandades de Semana Santa de Daimiel, Jacinto Antonio Naharro Alcázar.
Marcelino Ruiz de la Hermosa presentó al pregonero como “un hombre que conocemos todos, un hombre de fe, generoso y acogedor, afable y sincero, accesible, humilde, comprometido, cura de pueblo, hombre enamorado de la misericordia de Dios y de su bendita madre”, expresó. El coordinador de contenidos de la Guía de Semana Santa invitó a los presentes a conocer un poco más al pregonero de este año, para lo que ofreció algunas pinceladas de su vida. “Es daimieleño por los cuatro costados, como delatan sus apellidos, y está muy vinculado a nuestra Semana Santa desde su más tierna infancia”, aseguró.
Raúl López de Toro agradeció en primer lugar a la Junta de Hermandades la oportunidad brindada y comenzó su discurso recordando, emocionado, el momento en el que una llamada de Miguel Torres le invitaba a ser el pregonero de la Semana Santa de este año. López de Toro, sacerdote daimieleño y párroco de la UAP de San Pedro, El Pilar y Los Ángeles de Ciudad Real, proclamó un pregón cargado de momentos de emoción y de recuerdo a figuras y escenas esenciales de la Semana Santa local, que tantas veces vivió siendo un niño.
“Sentí una tremenda emoción y, a la vez, una gran responsabilidad y respeto; el primer pregón de mi vida iba a ser en mi pueblo, y para pregonar lo que más me gusta, el centro de todo el misterio cristiano, la Semana Santa”, aseguró López de Toro, quien además recordó que su pregón llega en un año tan especial como es el del Jubileo 2025, “el Jubileo de la esperanza, para que seamos todos peregrinos de la esperanza”.
El sacerdote quiso empezar el anuncio del pregón por el final, con la resurrección de Cristo, “porque es lo que da sentido al principio”, e invitó a todos los presentes a hacer suya la mirada de María Magdalena “antes y después de ese encuentro que le cambió la vida”. Y ese cambio de mirada, dijo, “es el espíritu del mensaje que hoy os quiero transmitir en este pregón, una mirada nueva que es el cambio de la esperanza perdida y ahora recuperada con asombro, de la fe que dudaba y ahora ya nunca más dejará de creer, y del amor, roto de dolor, que ahora se llena de alegría y plenifica el corazón”.
López de Toro aseguró que elaborar el pregón de la Semana Santa le ha servido para tener una mirada nueva en tres momentos que quiso compartir con todos: “el pasado, el presente y el futuro”, y deseó que “ojalá todos podamos tener una nueva mirada que la Pascua de Cristo ha hecho posible y ha venido a regalarnos”.
La formación en el seminario le ha mantenido alejado de la Semana Santa daimieleña 30 años. Sin embargo, dijo, sus propias vivencias previas lo han seguido manteniendo muy vinculado a esta celebración que no olvida.
A partir de ahí, sus palabras estuvieron marcadas por su gratitud a las raíces que lo formaron y por su experiencia personal y amor a las tradiciones. Además, López de Toro quiso conectar con el corazón de los cofrades, “con quienes viven estos días con intensidad y recogimiento”, y valoró el papel de las hermandades y cofradías. “Las hermandades no son parte de la parroquia ni de la iglesia, son la parroquia misma, son la iglesia”, añadió insistiendo en que “cuando la parroquia y las hermandades colaboran, ganan ambas, cuando no lo hacen, pierden las dos”.
El sacerdote terminó su intervención proclamando esa nueva mirada que, dijo, “supone un corazón nuevo para llegar al cielo” y concluyó como había empezado, con la resurrección: “cofrade, daimieleño, hermano, amigo ¿por qué lloras? Él no está aquí, ¡Jesucristo ha resucitado!”.
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