Ayuntamiento de Daimiel

Un año más será frente a las puertas de la iglesia de San Pedro y no faltará la limoná y los pitos para todos los asistentes al evento. Previamente, la hermandad del Santísimo Cristo del Consuelo, ha estado celebrando su triduo durante los días 11, 12 y 13 de septiembre cuando culminará con la quema de cubos que será solidaria a favor de la Asociación `VivEla´

Daimiel Noticias. –La Hermandad del Santísimo Cristo del Consuelo volverá este martes noche a honrar a su titular, patrón de los carreteros, con la tradicional ‘Quema de cubos’ frente a las puertas de la iglesia de San Pedro. No faltará la típica limoná y los pitos para todos los que acudan al evento.

Una tradición a la que ha precedido la celebración del triduo organizado por la Hermandad, que arrancó el pasado domingo día 11 hasta este martes 13 de septiembre, cuando se realizará la quema de cubos a las 21:00 horas.

Este año, como novedad, la Hermandad ha recibido una galera antigua (carro) que ha sido donada por una familia daimieleña. Explicaba el presidente, Víctor Manuel García- Pliego, que “se ha restaurado y estará expuesta durante la quema de cubos para el disfrute de los asistentes”.

Además, todo lo que se recaude con donativos para los habituales pitos y limoná “que serán solidarios” subrayaba, “irá destinado a la Asociación VivEla´, y el Coro Romero amenizará la velada con sus cánticos al titular, de mano de la rumba y música que les caracteriza”.

La celebración finalizará mañana miércoles 14 de septiembres, a las 20:30 horas, con la función religiosa en honor al Cristo del Consuelo, que estará oficiada por el párroco Don Eulalio Asensio.

Antigua tradición

La tradición de quemar los cubos, es decir, la pieza central donde se encajan los radios de las ruedas de las carretas, procede de la Edad Media. El gremio de los carreteros tenía por costumbre quemar los que se habían estropeado en honor al Cristo del Consuelo en la víspera de su festividad, el 14 de septiembre. Es por esto que la hermandad daimieleña se ocupa, año tras año, de que no desaparezca esta tradición de siglos.