En uno de los escaparates se recuerda a las victimas de la pandemia, bajo la imagen de Nuestra Señora de la Soledad. En el centro, está el nacimiento de madera olivo que trajo desde la ciudad de Belén el sacerdote Jacinto Naharro. La cofradía ha agradecido a Pepe Aguirre la cesión de céntrico local para estas fechas.
Daimiel Noticias.- La cofradía de Nuestra Señora de la Soledad ha elaborado los belenes que se ven desde el pasado viernes en local de Emilio Aguirre de la calle Monescillo, y donde también se recuerda a los fallecidos por la covid-19. El presidente de ‘Los Corbatos’, David Rodríguez, ha agradecido la amabilidad de Pepe Aguirre con la cofradía al ceder un local “con una magnifica ubicación”, al lado de la Plaza de España.
El nacimiento que ocupa el escaparate central es el que compró el sacerdote y consiliario de la cofradía, Jacinto Naharro, en la propia ciudad de Belén, y que llegó a Los Corbatos en la rifa que se realizó con un fin benéfico. Un misterio elaborado en madera de olivo y que supone la única fuente de ingresos para algunas de las familias cristianas que todavía viven en el lugar donde nació Jesús, puntualizaba Rodríguez.
El otro belén, de mayor formato, es propiedad de Juan Diego Caro, integrante de la directiva, y también lo montó el año pasado en el local de la calle Mártires, donde hubo mucha afluencia.
Esta Navidad las visitas serán desde la calle y también servirán para recordar a los fallecidos de la pandemia, a los que se rinde homenaje en otra zona del escaparate donde también se puede ver a la imagen titular de los Corbatos.
Desde esta semana también ya está montado el belén que el Ayuntamiento de Daimiel coloca cada año a los pies del Olivo Milenario.
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