Con motivo de la celebración del ‘Día Mundial del Agua’, centro y concejalía de Medio Ambiente ponen disposición de colegios y asociaciones el juego de educación ambiental ‘El Viaje de Kirima’, dirigido niños y niñas de 3 a 6 años. Se trata de un juego cuyo objetivo es sensibilizar a los menores sobre el problema del cambio climático y sus consecuencias, así como plantear posibles soluciones individuales.
Daimiel Noticias. - El Centro del Agua y la concejalía de Medio Ambiente, con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, ponen a disposición de colegios y asociaciones daimieleñas interesadas el juego de educación ambiental ‘El Viaje de Kirima’, dirigido a alumnos de educación infantil, de 3 a 6 años.
Según explica la educadora ambiental Cristina Orovio, se trata de una actividad proporcionada al centro por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuyo objetivo es sensibilizar a los pequeños sobre las consecuencias del cambio climático. ‘El Viaje de Kirima’ parte de un relato sencillo sobre el deshielo en el Polo Norte y la decisión de la foca Kirima de viajar para descubrir por qué ha cambiado su hábitat. El cuento sirve como punto de partida a una historia que los participantes podrán seguir a través de unas láminas que representan con detalle las distintas paradas del juego, en las se identifican los diversos problemas y soluciones relacionados con el cambio climático que se trabajan en el proyecto.
La propuesta se llevará a cabo en la propia aula del colegio, ya que el material está disponible para su préstamo, y se acompañará con una breve charla sobre la importancia del agua, impartida por el personal del Centro del Agua. Para desarrollar esta actividad, tan solo hay que solicitarlo utilizando el correo electrónico educacionambiental@aytodaimiel.es o el teléfono 926 260 633.
En consonancia con el lema escogido para el Día Mundial del Agua 2021, ‘El valor del agua’, Orovio ha subrayado la importancia de concienciar sobre el uso sostenible de un bien tan escaso como el agua, tanto desde edades tempranas, como es el caso de la actividad propuesta, como en los adultos, “que pueden modificar sus costumbres para reducir el consumo”.
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