En los últimos seis años, el número de ejemplares supera los 2.270 de media, es decir, “este año no se alcanza siquiera la cuarta parte de lo habitual”, como apuntaba Alex del Moral, gerente de Caminos del Guadiana, que ha realizado este censo a principios de semana.
Daimiel Noticias. – El censo de aves acuáticas invernantes en la laguna de Navaseca se ha reducido a menos de una cuarta parte de la media de ejemplares de los últimos años. La observación realizada a principios de esta semana por la empresa daimieleña de ecoturismo ‘Caminos del Guadiana’ ha dejado un censo de medio millar de aves (499).
Estos resultados están lejos de los obtenidos en los censos de la laguna desde que se realizan sistemáticamente y en donde, en los últimos seis años, el número de ejemplares supera los 2.270 de media, es decir, “este año no se alcanza siquiera la cuarta parte de lo habitual”, como apuntaba Alex del Moral, gerente de Caminos del Guadiana.
En Radio Daimiel, Del Moral apuntaba a las obras que se están realizando en el camino de acceso, al descenso de la superficie inundada y al aumento de las extracciones de regadío del entorno como posibles causas de este descenso. “El nivel freático, que hace que el agua se quede en superficie, también está disminuyendo”, apuntaba.
En esos impactos negativos, incluía además la eliminación de vegetación palustre y el aterramiento que se observa en su orilla norte.
Sobre las especies encontradas, Del Moral destacaba el número excepcional de Aguiluchos laguneros (13) para este reducido humedal. Por cantidad, la quinta parte de las aves censadas son gaviotas, que no se alimentan en la laguna y se desplazan a diario provenientes del vertedero de Almagro. Tras ellas, la especie más abundante es la Focha común (78), seguida del grupo de anátidas que en este invierno se reducen a Patos cuchara (77), Ánades reales (60), los cada vez más abundantes Tarros blancos (56), las Cercetas comunes (30) y, como único representante de las especies de patos buceadores, un reducido número de Porrones europeos (18).
No están presentes en este censo ni los amenazados Porrones pardos, ni las Malvasías, que tienen en la laguna un importante núcleo de cría, ni tampoco otras especies habituales como los Zampullines chicos y cuellinegros que encuentran su alimento buceando.
Los flamencos se mantienen en un número similar al de otros inviernos (23). El resto de las especies, hasta quince, es testimonial y entre ellas hay Gallinetas, Cigüeñuelas o Agachadizas comunes.
Del Moral reflexionaba sobre esta situación que comparaba con la del Parque Nacional de Las Tablas. “Al final, si no cuidamos la laguna de la forma correcta, podemos tener el mismo problema en miniatura. Y no solo es una cuestión medioambiental, lo perderíamos también a nivel económico y social. No es lo mismo visitar, salir andar o a correr al lado de una laguna que pasar por una plancha de barro seco”, concluía.
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