El Ayuntamiento de Daimiel avanza en la rehabilitación de la Venta de Borondo con la renovación de su cubierta
Durante la visita a la Venta de Borondo
Durante la visita a la Venta de Borondo
16 Enero 2025

La administración local está llevando a cabo una intervención clave en el BIC (Bien de Interés Cultural) centrándose en la reparación de su cubierta para frenar el deterioro del edificio. Con una subvención de 190.000 euros procedentes de la Diputación Provincial, la obra marca el inicio de un plan más amplio destinado a recuperar esta histórica construcción.

Daimiel Noticias. – La histórica Venta de Borondo, reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC), está experimentando una importante transformación gracias a las obras de rehabilitación llevadas a cabo desde el Ayuntamiento de Daimiel. La intervención se ha enfocado, en esta primera fase, en la cubierta, una estructura gravemente dañada que ponía en riesgo el estado del inmueble.

La concejal de Patrimonio Cultural, Lourdes Rodríguez de Guzmán, acompañada del concejal de Obras, Jesús Villar, visitaron la construcción esta mañana para comprobar los avances de una intervención posible gracias a los 190.000 euros aportados por la Diputación Provincial. “Es una actuación ambiciosa y necesaria. Gracias a esta subvención, estamos renovando toda la cubierta de una sola vez y actuando en las zonas más deterioradas, tanto en los interiores como en las fachadas”, remarcó Villar.

El proyecto, que se encuentra dentro de los plazos previstos, supone un primer paso en la recuperación integral de la Venta. El edil reconoció que aún queda mucho por hacer, como la renovación de la carpintería y la consolidación de los forjados interiores, pero aseguró que el Ayuntamiento seguirá buscando ayudas y colaboraciones para continuar con el acondicionamiento del lugar.

“Espacio seguro, accesible y disfrutado por todos”

En ese sentido, Rodríguez de Guzmán subrayó la importancia de esta rehabilitación para preservar un símbolo del patrimonio manchego. “Desde que conseguimos la cesión del inmueble, hemos trabajado para conservarlo y ponerlo en valor y lo hicimos de la mano de la asociación Venta de Borondo y Patrimonio Manchego”, relató mientras enfatizó el empeño de este colectivo con el que se ha trabajado en diferentes direcciones.

La edil avanzó que para este año el Ayuntamiento prepara una nueva iniciativa puesto que, con la progresiva rehabilitación de su interior, se podrán ampliar las actividades y visitas.  “El objetivo final es que este lugar sea un espacio seguro, accesible y disfrutado por todos”.

Rodríguez de Guzmán auguró un buen año en cuanto a novedades en torno al BIC y se mostró confiada en que finalmente sea un atractivo turístico más de Daimiel.  

En esa inspección los acompañó la arquitecta municipal, Belén Bercebal, quien detalló que esta actuación comenzó con el desmontaje completo de la antigua cubierta, que presentaba un estado de deterioro avanzado.

“Se intentó recuperar parte de los materiales originales, como las vigas de madera, pero debido a su mal estado no fue posible reutilizarlas para la nueva estructura. Aun así, algunas piezas se conservarán como muestra del sistema constructivo original”, señaló.

La nueva cubierta se está reconstruyendo siguiendo el sistema constructivo tradicional, pero implementando mejoras modernas que garanticen mayor durabilidad y resistencia. “Estamos utilizando madera nueva de alta calidad para las vigas y recuperando ladrillos antiguos para rehacer los aleros, que tienen un diseño característico de las ventas manchegas”, detalló.

También explicó que se ha reforzado la parte superior de los muros exteriores, muy dañados por la filtración de agua y el paso del tiempo. Además, se están corrigiendo desconchones y fisuras en las fachadas para garantizar que el edificio sea estanco y esté protegido de las inclemencias meteorológicas.

“La intervención tiene un enfoque respetuoso con la identidad del edificio, pero también está orientada a cumplir con los estándares actuales de seguridad y conservación. Patrimonio ha supervisado cada etapa de la obra para asegurarse de que las técnicas empleadas sean las adecuadas”, añadió la arquitecta.

Una vez terminada la cubierta, que se prevé esté finalizada en un mes, las actuaciones se centrarán en los exteriores, incluyendo el saneamiento de las fachadas, la reconstrucción de la escalera interior y la limpieza de los alrededores del edificio para hacerlo más accesible y seguro para los visitantes.

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