La reforma aprobada por el Consejo de Ministros entrará en vigor este miércoles. En Autocares Rodríguez y en Federópticos Daimiel ven con buenos ojos la medida. “Debemos ir normalizando la situación. No obstante, siempre hay que ser prudente y si sabemos que podemos contagiar hay que llevarla puesta”, indicaba Tomasi Muñoz. Al margen de estos cambios, las mascarillas siguen siendo obligatorias en los centros sanitarios, en las farmacias o en las clínicas de fisioterapia.
Daimiel Noticias. - Las mascarillas dejarán de ser obligatorias desde este miércoles en el transporte público y en establecimientos como ópticas u ortopedias. El Consejo de Ministros aprobó ayer martes la reforma del Real Decreto que regula su uso desde el pasado abril y con ella España dejará de ser el único país europeo que tenía la obligación de usar la mascarilla en el transporte.
Una medida que en empresas daimieleña como Autocares Rodríguez se ve positiva ya que va a evitar que “los conductores tengan que estar pendientes de si en los autobuses todo el mundo la lleva puesta”. Algo, que como apuntaba Carolina Núñez de Arenas, era cada vez más complicado de gestionar en viajes de grupos cerrados.
También entiende que este cambio normativo “va a liberar a los chóferes”, sobre todo, a aquellos que tienen gafas y a los que les era más incómodo conducir con la mascarilla.
De esas dificultades son muy conscientes en las ópticas. Aquí también se valora esta modificación del uso de las mascarillas que, por lo general, “los clientes han respetado”, apuntaba Tomasi Muñoz, de Federópticos Daimiel. En su caso, avanza que se ella seguramente se la quitará en la zona de la tienda, aunque la mantendrá en el gabinete donde se hacen las revisiones. “Me parece una medida correcta porque debemos ir normalizando la situación. No obstante, siempre hay que ser prudente y, si sabemos que podemos contagiar, hay que llevarla puesta”, añadía.
Al margen de estos cambios en el uso del autobús, tren y taxi o en las ópticas, la mascarilla sigue siendo obligatoria en las farmacias y en servicios sociosanitarios de todo tipo como centros de salud, hospitales, clínicas dentales, de fisioterapia o de estética.
También seguirá siendo preceptivo su uso en residencias tanto para los profesionales que trabajan en ellas como para los visitantes que estén en áreas compartidas.
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