El concejal de Obras, Jesús Javier Villar, hace balance de las últimas obras de mejora en acerados acometidas en cuatro calles: Prim, Dehesa, Molinos y calle Ciudad Real. Como apunta el edil, el objetivo es “hacerlo lo más accesible y cómodo para todos”.
Daimiel Noticias.– El concejal de Obras, Jesús Javier Villar, ha hecho esta mañana un balance de las últimas obras de mejoras en diferentes acerados, cuyo objetivo es “hacerlo lo más accesible y cómodo para todos”.
La de la calle Prim, una acera que en algunas zonas su anchura no superaba los ochenta centímetros y a la que también le reducía el aparcamiento en batería, ha quedado tras su ejecución ampliada a 2’20 metros de anchura mínima, “totalmente accesible”, y que ha conllevado el cambio al aparcamiento en línea en la parte inicial de la calle restándole cuatro plazas, algo que “merece la pena para tener una acera amplia que permita pasear cómodamente con carritos, sillas de ruedas y demás”, como destacó Villar.
Una actuación de 305 metros cuadrados donde también se han intervenido en 30 metros de la otra acera, para completar un acerado accesible desde el inicio de calle Prim hacia arriba dirección Policía Local en “una zona que tampoco cumplía y era muy estrecha”, como detalló Villar.
En calle Dehesa se han realizado obras en 187 metros cuadrados con cambio de bordillos y loseta en un acerado ya accesible, también en calle Molinos con 113 metros, alcanzando 1’50 metros de anchura. En la esquina de esta calle se ha creado un paso de cebra nuevo, algo “demandado por los vecinos” a la delegación debido al tránsito peatonal en su cruce al colegio Infante Don Felipe.
En el caso de la calle Ciudad Real, se ha actuado en un tramo de la acera cuyo bordillo estaba situado sobre tierra, ejecutando una obra de acabado en hormigón.
1.300 metros cuadrados entre las cuatro calles para un presupuesto de algo más de 62.000 euros, de los cuales se sufraga a través del Plan de Obras de la Diputación Provincial las actuaciones de Prim y Dehesa, y corriendo a cargo de fondos municipales las otras dos actuaciones restantes.
En lo más inmediato, apunta Villar, hay obras en proyecto: “Nosotros tenemos que trabajar hasta el último día”, destacó. Para después de Semana Santa comenzará la creación de una rampa de acceso al edificio El Pósito. Tras ello, indica el edil, “seguiremos con aceras y pasos de peatones, el pueblo es muy grande, tiene muchas carencias en accesibilidad”. Agregó que es muy difícil la eliminación de barreras arquitectónicas y deben ejecutarse de forma progresiva. En cualquier caso, concluyó, “nuestro objetivo siempre es ir mejorando poco a poco y hacerlo lo más accesible y cómodo para todos”.
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