El análisis del árbitro daimieleño sobre su debut en primera división es satisfactorio. Más aún, después de arrancar la pretemporada estrenándose en la máxima categoría de Europa como cuarto árbitro del partido de Champions entre el Ferencvaros y el Slavia de Praga. Su sueño sería formar parte del equipo arbitral en unos Juegos Olímpicos. Díaz de Mera se muestra ilusionado por la posibilidad de coincidir con su paisano Rubén Sobrino, actual jugador del equipo Che, y “compartir terreno de juego con él”.
Daimiel Noticias. - El árbitro daimieleño Isidro Díaz de Mera debutó el pasado miércoles 4 de agosto como cuarto árbitro en la Champions League. El partido de la fase previa entre el Ferencvaros y el Slavia de Praga acabó con la victoria de los húngaros ante un 2-0. El encuentro, arbitrado por el español Jesús Gil, solo tuvo tres tarjetas amarillas, por lo que el arbitraje fue tranquilo. El estadio húngaro estuvo lleno de aficionados y en ese contexto el principal objetivo para Díaz de Mera fue tranquilizar a los jugadores, labor que denomina como “un trabajo subterráneo”.
Cuenta que, en su debut de la UEFA, el estadio húngaro estaba lleno sin “ninguna restricción sanitaria”. Ante la pasión de los aficionados, Díaz de Mera espera que, en los estadios españoles, con un 40 % de aforo, también “vuelvan cuanto antes”. Aunque los hinchas presionan a los árbitros a tomar ciertas decisiones, los colegiados, “como amantes del fútbol”, quieren ese ambiente de regreso.
En ese análisis mantenido en Radio Daimiel, comenta que el inglés como idioma oficial no es la única diferencia entre arbitrar un partido de la Liga y de la UEFA. En Champions, es obligatorio entrenar en el terreno de juego el día previo al partido “para adaptarnos al estadio, revisar y prepararlo todo”, explica. Por otra parte, el mismo día del encuentro, el cuatro árbitro tiene una reunión con los representantes de ambos clubes.
Profundizando en el balance de los últimos meses, las valoraciones de Díaz de Mera en su primer año en primera división de la Liga le han permitido debutar en la “máxima categoría de Europa”. El daimieleño afirma que desde que “me llamaron han sido todo buenas noticias”. La Comisión Técnica ha dado muy buena puntuación a su arbitraje, lo que le ha ayudado a “tener una autoestima mucho más superior”.
Después del partido de la Champions, otro sueño de Díaz de Mera es “arbitrar en unos Juegos Olímpicos”. A pesar de que este tipo de ceremonias es “la mayor cita”, afirma que en el mundo del deporte se les da mayor importancia a otros torneos como el Mundial. Su otra aspiración a corto plazo es arbitrar a los equipos con los que no tuvo la oportunidad de coincidir el año pasado, caso del Atlético de Madrid y el Valencia. A su vez, este manchego se muestra ilusionado por la posibilidad de coincidir con su paisano Rubén Sobrino, actual jugador del equipo Che, y “compartir terreno de juego con él”.
En cuanto al trabajo inmediato, en esta nueva temporada de la Liga, la segunda para Díaz de Mera, mantendrá sus reuniones online para “minimizar el riesgo de contagio”. Ese es el planteamiento. Mientras, explica que, si un equipo debe aislarse, los partidos “se pueden jugar posteriormente”. Sin embargo, si los árbitros se contagian, “la competición no sigue adelante”, relata el colegiado.
La modificación más especial y la “más dura de arbitrar” corresponde a la relativa a las manos en las jugadas de ataque. “Si antes la pelota le daba a la mano a un jugador y este la pasaba a quien marcaba, el gol se revisaba y se quitaba del marcador”, explica. Estas decisiones se van a ver alteradas con la nueva interpretación del reglamento. Las manos involuntarias previas al gol “serán más controladas”.
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