Con ‘Mano de Santo’ la asociación folclórica Virgen de las Cruces volvió a recrear un baile que ya se anunciaba con éxito, tras agotarse las entradas en el momento de la venta para sus dos sesiones de viernes y sábado. Se cumplió con la puja. La cofradía de Los Rotos anunció antes la representación, pero en el interior por la lluvia; una historia donde el amor se impuso en un camino cargado de sorpresas que logró entretener al respetable y rememorar una actividad propia del siglo XIX.
Daimiel Noticias. – Después de sortear las limitaciones por la covid-19 que atenazaban los ensayos, y tras cuatro meses de intenso trabajo, se pudo ver en las dos sesiones de viernes y sábado por la noche el sexto ‘Baile de ánimas’ que organiza la asociación folclórica Virgen de las Cruces. Una treintena de actores locales en el reparto daban vida a la representación firmada por Mar Carrasco y recreada por la propia agrupación folk que llevó por título ‘Mano de Santo’. Entre bambalinas, una decena de personas más completaron la puesta en escena.
Un éxito al que el público invitado (120 butacas por día), volvió a responder ante esta llamada de matrimonio impulsada momentos antes por el anuncio de la cofradía de Los Rotos que, en el caso del viernes y debido a las intensas lluvias, avisó del evento en el interior del Espacio Fisac que también acogía la posterior subasta. Todo por recrear fielmente cómo sucedía este cortejo del siglo XIX. Y así fue.
Se llevó el aplauso de quienes agotaron en tan sólo una mañana las entradas de una iniciativa cultural que, en sus últimas ediciones, cuando se carecían de restricciones, se emprendía antes del Carnaval.
Entre los asistentes, la concejal de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, quien una vez más volvió a valorar el proyecto, mientras expresó la satisfacción de volver a la presencialidad ya que, dijo “permite el regreso de actos culturales de este tipo autóctonos de Daimiel, que a su vez caminan en otras direcciones, desde la protección de las raíces de esta tierra, hasta favorecer el conocimiento de nuestra sociedad tiempo atrás y convertirse simultáneamente en un reclamo turístico”.
Baile de Ánimas
Cada año, la asociación folclórica recrea un argumento diferente y lo ambienta con indumentarias y mobiliario de la época. Su cartel anunciador también es significativo porque refleja a las ánimas del mural de la iglesia de San Pedro que data de 1887, fecha que coincide con la proclamación de Daimiel como ciudad por la reina regente Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
Se tiene en cuenta a las máscaras guarronas carnavaleras para formar parte del elenco de actores, dada la relación existente entre ambas figuras. Entre esas caras se pudieron ver a Juan Ángel Muñoz, Juan Moya y Luis Alberto Roncero como autoridades. A partir de ahí, se vieron papeles nuevos. Este año, Sergio, un niño de 9 años, se estrenó ante la admiración que le suscitó esta iniciativa hace dos años. El alcalde del baile cedió una edición más el bastón al subastero, quien condujo con buen tiento unas pujas, en ocasiones, cargadas de ironía y provocación.
Así se desarrolló un ‘Baile de Ánimas’ que se remota al siglo XIX cuando se recaudaban con esta iniciativa donativos para el culto a las ánimas. Un reclamo previo permitía concentrar a mozos del pueblo en un patio antiguo de alguna casa señorial donde pujaban por bailar con las mozas con las que después esposarse. De ambas sesiones se desprendieron algunos reales e incluso duros, para alcanzar el fin deseado en la noche.
Fue el inicio que prendió un relato basado en tradiciones y donde se mantiene la esencia de las autoridades, las pujas, los bailes en los patios de casa, los chismes, la diferencia de clases sociales y su desaparición o afianzamiento cuando llega el amor, como ha ocurrido este año en la casa del ya fallecido Don Norberto Arias de Bobadilla. Su esposa, Doña Fernanda, junto a su hija Pilar, se convirtieron en las anfitrionas de tan esperada noche. A partir de ahí se descubre, con el previamente concertado matrimonio con Don Luis Eduardo Dominico de Silos Rodríguez-Larreta y Aguado, una trama en la que el público disfrutó con el transcurso y desenlace de esa principal pedida de mano.
Comentarios