La primera novela de Juan Antonio Ríos se estrenó en el teatro daimieleño con una presentación que contó con la participación de la Escuela Municipal de Danza, dirigida por Paqui Bravo, quienes interpretaron pasajes del libro. El evento también incluyó al pintor Juan Francisco Gómez-Cambronero, autor de la ilustración de la portada.
Daimiel Noticias.- Mulinshi, el guardián de la bruma se presentó en el teatro Ayala de Daimiel ante un aforo casi completo. La primera novela del daimieleño Juan Antonio Ríos, inspirada en su viaje a Zambia hace veinte años, narra la historia de un joven arquitecto que, tras un allanamiento, un robo y un asesinato, se embarca en una aventura que lo lleva a África en busca de un secreto milenario. Entre paisajes deslumbrantes, magia negra y mitos ancestrales, el protagonista encuentra su destino, ligado a la enigmática leyenda de Mulinshi.
El evento fue conducido por el periodista Isidro López de Toro, quien dio la bienvenida al público antes de ceder la palabra al alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, encargado de inaugurar la velada.
El primer edil expresó al autor su “más sincero agradecimiento y admiración por entregarnos una historia fascinante que nos abre las puertas a África”. Además, destacó que la obra “invita a sumergirnos, a dejarnos envolver por la bruma, a escuchar lo que Mulinshi tiene que decirnos”, un lugar donde “la claridad no viene de la vista, sino de mirar hacia adentro”, enseñando que necesitamos “perdernos para encontrarnos”.
Finalmente, agradeció a la editorial Letra Minúscula por “creer en su visión y en su talento”. Felicitó la ilustración del pintor Juan Francisco Gómez-Cambronero, y al autor de la novela, también profesor, se refirió como “un ejemplo de cómo la educación y la literatura pueden ir de la mano”.
Seguidamente el protagonista de la noche subió al escenario. Juan Antonio Ríos agradeció la asistencia en esta puesta de largo, calificándola como “un sueño hecho realidad”. Compartió que la obra, iniciada en silencio durante la pandemia, cobró vida “después de hablar con correctores de estilo, orto tipográficos y editoriales”. “Se ha ido haciendo posible gracias a un montón de gente”, comentó.
Agradeció el respaldo del Ayuntamiento, en especial el de la concejala de Cultura, Lourdes Rodríguez de Guzmán, de quién destacó su trabajo como “un auténtico diez” para poder organizar el evento en el teatro Ayala.
En ese sentido agradeció también al pintor por un trabajo que ha logrado plasmar la esencia del libro. En esa línea reseñó la colaboración de Paqui Bravo. Y es que, ha conseguido hacer “el mejor truco del mundo; me he asociado con los mejores”.
Dedicó palabras especiales a su familia, reconociendo a sus padres y hermanas, quienes han sido fundamentales en su vida. Mencionó a sus hijos, resaltando la ayuda técnica de Alejandro, el carácter artístico de Vera y la alegría que Manuel ha traído a la familia. Finalmente, expresó su amor por su esposa, destacando su fortaleza durante un año lleno de desafíos personales.
Charla con el autor
El acto cambió del atril a cuatro sillas altas, donde el conductor invitó a la profesora de danza Paqui Bravo y al pintor a sumarse junto al autor para una charla distendida sobre el libro.
El presentador López de Toro relató de la novela que tiene “dos ejes principales, la conexión y la predestinación hacia algo”, sin personalmente “creer en un destino fijado sino labrado”, pero que, a la vez, “apela mucho al instinto”.
De esta forma y analizando la novela, así como su proceso creativo, en la conversación se abordaron temas como el fuego, la danza, el contraste de África y su conexión con el protagonista de la historia, destacando el vínculo especial que genera el continente, sus colores y su naturaleza, entre otros asuntos.
En el centro del escenario, un lienzo cubierto reveló más tarde el cuadro de Gómez Cambronero con la portada del libro. El pintor confesó que, tras leer el manuscrito, documentarse e intercambiar ideas con el autor, tardó más de lo previsto en entregar la obra debido a la complejidad de dar forma al personaje. Sin embargo, afirmó: “Cuando le mostré por primera vez la obra, sé que desde ese momento acerté”.
Por su parte, Ríos compartió la emoción que le generó ese instante: “Ese momento quedó grabado en mi retina; tuve que respirar. Esa mirada expresa mucho de lo que se narra en la historia”, detalló.
En Mulinshi, el guardián de la bruma, la tierra natal de Ríos aparece reflejada en “pequeñas referencias”. Ejemplo de ello son los capítulos titulados ‘Daimiel, pueblo de brujas’ y ‘Parque Nacional Tablas de Daimiel’. Según el autor, “es lo mínimo que le debía a la localidad. Con los años valoro más ser de Daimiel y siento que se lo debía a su gente”, expresó.
La profesora Bravo también habló de su pasión por África y comentó que se sintió cautivada por la novela, leyéndola en tres ocasiones: “Sentí la necesidad de leerlo mucho y subrayar todo” para interpretar diferentes actos de la obra. Con música, narración del propio autor y proyecciones de vídeos, los alumnos de danza llevaron a cabo estas interpretaciones al finalizar el evento.
El acto concluyó con la firma de ejemplares por parte del autor en el hall del Ayala. En cuanto a una posible segunda parte, aunque la historia queda cerrada al final de la novela, reconoció que “hay muchos hilos de los que se podría tirar”.
Por el momento, adelantó que ya está trabajando para que Mulinshi, el guardián de la bruma esté disponible próximamente en formato de audiolibro.
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