Lo fundamental es leer detenidamente la etiqueta y comprobar que lleva el marcado CE, obligatorio en los disfraces para los menores de 14 años ya que tienen la consideración de juguetes. No obstante, la recomendación de la OMIC, porque ayuda al bolsillo y al medio ambiente, es la reutilización de algún disfraz que ya tengamos por casa, como apuntaba Gema Valiente.