El cambio permite obras menores en edificaciones que, con esa adecuación, también podrían albergar un negocio. Además, así se evita el deterioro de unos inmuebles donde los propietarios no podían hacer nada en la última década. Gracias a esta modificación, las parcelas afectadas podrían convertirse en aparcamientos disuasorios, apuntaba el concejal de Urbanismo, Jesús Javier Villar.