El pasado 20 de julio se inició su venta y, por el momento, la demanda está siendo elevada. Las farmacias Casero y Cristina Cid han agotado su stock en apenas una semana y confirman que el resto de las farmacias locales también tienen estos problemas de abastecimiento. Los jóvenes de entre 18 a 30 años son los que más están usando estos test rápidos.