Un 23 de agosto de 1998 comenzó la historia de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Columna. Este viernes recibirá la Medalla de Honor Ciudad de Daimiel y pregonará las fiestas patronales. “La banda es una forma de vida”, reconocen Antonio García-Maroto y Juan Carlos Martín-Consuegra, su presidente y uno de sus directores musicales.
Daimiel Noticias.– Un 23 de agosto, un día como hoy de 1998, empezó la historia de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Columna. El primer paso de una trayectoria de 25 años que el próximo viernes por la noche será reconocida con la entrega de la Medalla de Honor Ciudad de Daimiel. Sucederá en el acto institucional donde también ellos, y como segundo reconocimiento, se encargarán de pregonar las fiestas patronales.
25 años donde el sueño de unos cuántos jóvenes apasionados de la música cofrade se ha convertido en una realidad que lleva el nombre de Daimiel por buena parte de la geografía española durante la Cuaresma y la Semana Santa.
Uno de aquellos jóvenes fue Antonio García-Maroto, su director general y referente de la banda en estos cincos lustros. En Radio Daimiel, reconoce que desde que se conoció la noticia llevan unos días de “muchas felicitaciones, desde particulares a asociaciones”.
Un cariño popular que destaca como lo mejor de todos estos años. “Nos sentimos muy queridos en Daimiel. Y también nos emociona mucho cuando tocamos fuera de la localidad y viene alguien de pueblo a decirnos que había venido a escucharnos”, remarcaba.
A su lado, Juan Carlos Martín-Consuegra, uno de los directores musicales de la banda, añade que, además de esa cercanía de los daimieleños, él se queda con el crecimiento musical de la banda. Y en su caso, con los estrenos de las piezas que ha compuesto. “Es increíble ver que algo que tienes en la cabeza, se interpreta y después llega al público”, comenta.
Los inicios, como suele suceder, fueron complicados. Tanto que García-Maroto asegura que, si ahora tuvieran volver a ensayar en la calle en pleno invierno, la banda correría peligro.
La gestión de la pospandemia también fue otro momento que puso a prueba el compromiso con la banda. “Teníamos que sacar adelante los contratos que teníamos firmados dos años antes y hubo dudas, pero lo conseguimos”, subrayaba Martín-Consuegra.
Ambos afirman que no entenderían su vida sin la banda. En torno a ella ordenan su agenda, hasta sus vacaciones. “Exige mucho, pero te devuelve todo lo que das y más”, resume el director musical.
Esta responsabilidad la comparte con su hermano David, como el atril del viernes en el pregón. De lo que contarán ambos ha preferido guardarse el secreto. “A los que preguntan les digo que, si lo quieren saber, que vayan el viernes a la Plaza”, comentaba entre risas.
Lo que sí ha aclarado es que no tocarán. “No teníamos mucho margen para ensayar y además la música en ese acto la pone la Banda Municipal y tampoco queríamos alargarlo mucho más”.
Su música, no obstante, se escucha estas noches de verano en Daimiel porque están preparando su actuación para los actos del 425º aniversario de la fundación de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno en septiembre. “Tenemos ambición por ambas partes, ya que vamos a estrenar una pieza que hemos compuesto entre Juan Moya y yo”, confirmaba Juan Carlos Martín-Consuegra.
Una primera prueba para la hornada de nuevas incorporaciones que se han sumado este año y con la que se están volcando en los primeros ensayos. Alrededor de unos 20 componentes que se suman a los 60 con los que cerraron la temporada.
Todos ellos, y también los que en algún momento han pasado por la banda de Los Coloraos, recibirán simbólicamente este viernes el agradecimiento de sus paisanos por 25 años de música cofrade con Daimiel por bandera.
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